OFERTA Y DEMANDA DE DISEÑO – Análisis y reflexión

Mucho se ha discutido sobre cómo y cuánto cobrar por el trabajo de diseñador, pues todos quieren vivir de su profesión. Este profesionista parece estar dividido en dos realidades: la primera y la más común es el diseñador que no sabe cómo cobrar, usualmente es recién egresado y siente inseguridad a la hora de cuantificar el valor de su trabajo.

En la segunda realidad están los profesionistas expertos que han logrado realizar proyectos de tamaño relevante y parecen no tener obstáculos a la hora de cotizar o de cobrar sus proyectos. Aparentemente esto suena lógico pero esta situación es más compleja cuando se analiza de cerca, pues siempre está el cliente del que la mayor parte de los creativos se queja porque no sabe apreciar el diseño.

Recientemente Coordenada 21 (Asociación de Diseño en Puebla) está realizando una investigación sobre el valor del diseño en Puebla, este es un tema relevante para la industria creativa en la ciudad y para el desarrollo de la innovación. Desde hace unos meses un grupo de investigadores de diseño se ha propuesto el definir la situación sobre el valor del diseño y cómo es que se puede trabajar para mejorarlo.

Dentro del trabajo de investigación se han entrevistado de forma cualitativa a creativos de varias disciplinas del diseño y en varios niveles de desarrollo profesional. Algunas observaciones de esta investigación nos han dado puntos de partida para comprender un fenómeno de Comoditización de las profesiones creativas.

Para entender esto se parte del hecho que existe un fenómeno de oferta y demanda, en donde según los principios económicos, estas dos partes siempre están en equilibrio con el precio. Cuando existe una demanda mayor a la oferta de algún producto o servicio el precio sube, por el contrario cuando la oferta es mayor a la demanda, el precio baja. Actualmente se está viviendo un fenómeno de sobre oferta en la industria del diseño en la ciudad, pero las causas y sus variables son un poco más complejas.

Partiendo del supuesto de que es importante el papel del diseño en el desarrollo de la economía creativa, primero queremos definir este término, pues esta economía es donde entran todas aquellas actividades que tienen origen en el desarrollo creativo. En esta economía existe un gran potencial de riqueza y de trabajo a través de la generación y explotación de la propiedad intelectual.

En algunos países la economía creativa genera 1 de cada 12 empleos y provee un diferencial de crecimiento del 228% entre las empresas que invierten en diseño, pues éste es una fuente de innovación.

Es en este punto donde el contexto local tiene un traspié, ya que existe poco entendimiento sobre la innovación de los negocios y por lo mismo el valor percibido del diseño no tiene mucha relación con ella. La definición sobre el diseño en la ciudad está en un nivel estético. El diseño es más cercano al arte y el aspecto de las cosas que a los negocios y las empresas.

¿Por qué un empresario querría invertir en una tarjeta que cuesta 10 veces más a otra, si no le va aportar rentabilidad a su negocio?

Bajo este razonamiento los dos servicios están muy cercanos en cuanto a lo que me ofrecen solo que hay una diferencia de precio, esta diferencia no es solo por lo que costará y lo que se puede hacer con este dinero, pues hay una relación de valor. Si las dos propuestas me están aportando valor de alguna forma, cuál es el valor que más me da beneficios, el estético o el de obtener más dinero con lo que no estoy gastando en las tarjetas (costo de oportunidad). Aquí es en donde la desconexión del diseño con las empresas y los negocios se ve afectado si solo se percibe el valor estético.

Cuando solo se ve este tipo de valor en el diseño y no se evidencia la relación con un retorno de inversión, entonces se empieza a competir con el precio, pues el valor percibido del servicio que estoy recibiendo no esta superando el precio a pagar. Si a esto se le aumenta una sobre oferta de profesionistas de diseño que cada año se gradúan en Puebla, entonces la industria de diseño está entrando en una competencia perfecta y el servicio de diseño se percibe como un commodity. Para entender este fenómeno solo falta ir a la calle de las imprentas y ver los anuncios que dicen “Diseño gratis en la impresión de tus tarjetas”.

Este fenómeno, aunque es más evidente con los profesionistas gráficos, pero pronto se extenderá a otras profesiones del diseño, pues el avance de las tecnologías de impresión 3d, modelación, programación y animación están motivando el hágalo usted mismo.

Aunque este análisis suena muy fatalista existe una solución simple a este círculo vicioso y esto es la diferenciación y creación de valor hacia el diseño. Por esta razón hay algunas agencias que han podido sobresalir entre la competencia y ofrecen especialización de sus servicios para solucionar problemas de negocio. Pero aún así estamos lejos de crear una economía creativa en la ciudad, pues los diseñadores tienen que empezar a crear su diferenciación como industria para realmente impulsar al sector.

La industria del diseño se tiene que adaptar y reinventar para dejar de reaccionar ante la situación…

Un punto de partida de este cambio proviene del diseñador mismo y de su comportamiento, pues el diseñador tan solo tiene que empezar a hablar el idioma de los negocios, aprender a leer números, conocer los conceptos de administración y empezar a vender este enfoque para iniciar un cambio.

Este es el cambio de paradigma del diseñador en Puebla para despertar su potencial de innovación, pues no hay que olvidar que el diseño sirve a las empresas para que estas puedan articular su oferta y puedan satisfacer las necesidades de sus clientes. En otras palabras, el diseño sirve a las empresas y no al revés. El diseño tiene que empezar a ser sensible con las empresas y conocer sus necesidades, pues el empresario pagará al diseñador cuando éste le ayude a solucionar sus problemas de negocio.

 

Esteban Cruz